Sin explicación, con violencia y en plena madrugada, agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense desataron un brutal castigo colectivo contra 45 personas del pabellón LGBT: las sacaron semidesnudas, las golpearon, las aislaron y las dejaron incomunicadas durante días. Una muestra más del poder impune y disciplinador que se ejerce puertas adentro del sistema carcelario.
Locales19/04/2025
Según informó la Agencia Andar, el lunes pasado cerca de las 4.30 de la madrugada, agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense protagonizaron un violento operativo en la Unidad Penal N°2 de Sierra Chica.
De forma intempestiva y sin previo aviso, irrumpieron en el pabellón de diversidad sexual, arrastraron semidesnudas a al menos 45 personas y las trasladaron por la fuerza a los buzones de aislamiento. Hubo golpes, empujones y gritos. A todas se les quitó el teléfono celular y quedaron completamente incomunicadas.
El encierro fue brutal: durante días no recibieron comida suficiente, ni abrigo, ni la medicación que muchas necesitan por razones de salud. Recién un día después del operativo les permitieron el ingreso de algunas prendas de ropa. Las personas permanecieron en esas condiciones entre tres y cuatro días, hasta que algunas fueron restituidas al pabellón. Sin embargo, al menos seis personas continúan hasta hoy encerradas en los buzones, mientras el resto sigue “engomada”, es decir, encerrada 24 horas al día sin acceso a ningún tipo de recreación ni contacto con otras personas.
Entre las trasladadas se encuentra la referente del pabellón, que llevaba 15 años en la unidad. También fue arrastrada semidesnuda, golpeada y trasladada a otra cárcel. “Me sacaron capeada, casi desnuda, me sacaron corriendo entre la lluvia, el barro, me pegaron, no entiendo por qué”, relató al equipo de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que tomó intervención en el caso y presentó un hábeas corpus colectivo.
En su rol de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, la CPM denunció que el aislamiento colectivo aplicado al pabellón es ilegal, ya que ninguna de las personas fue notificada de los motivos ni pudo ejercer su derecho a defensa. “El resto de las personas alojadas en el pabellón fueron expuestas al aislamiento de convivencia sin que se les notificara sanción alguna, con carácter colectivo, sin conocer los cargos que fundaron tal decisión, y por tanto imposibilitadas de formular descargos o ensayar defensa alguna”, sostuvo el organismo.
El hábeas corpus fue presentado ante el Juzgado de Ejecución N°2 de Azul, con asiento en General Alvear, a cargo de la jueza Adriana Bianco. La magistrada ya dio curso a la presentación, ordenó medidas de prueba y fijó una audiencia para el próximo lunes.
La CPM también exigió medidas urgentes de protección para las personas que denunciaron los hechos, ante el temor de represalias. El episodio deja al descubierto una vez más la violencia institucional dentro del sistema penitenciario bonaerense y la brutalidad ejercida contra el colectivo LGBT privado de libertad.
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