"Aula Viva": el desafío de transformar la educación y crear conciencia ambiental
Ana María Díaz, especialista en socio antropología y líder de un equipo de docentes de Argentina y Colombia, impulsa la innovación en la educación ambiental con su equipo de trabajo.Su enfoque busca transformar las prácticas educativas tradicionales, promoviendo un aprendizaje activo y conectado con la naturaleza. El equipo busca desarrollar estrategias creativas, como huertas orgánicas y talleres artísticos, para que los niños tomen conciencia sobre el medio ambiente y adopten hábitos sustentables. Recientemente, su labor fue reconocida por el Honorable Concejo Deliberante, resaltando la importancia de preparar a las nuevas generaciones para enfrentar los desafíos ecológicos actuales.
Nosotros vivimos en el planeta Tierra; es nuestra casa, nuestro hogar. Vivimos del aire que respiramos y de los alimentos que nos da la naturaleza. Por eso, es importante no tirar basura y producir de forma sustentable, pero sin sustancias contaminantes.
Vale mencionar que se tiene que empezar por los más chiquitos, y aquí la educación en todos los niveles cumple un rol muy importante para crear conciencia ambiental. El tema está en cómo impartir esas enseñanzas y qué estrategias usar para que el mensaje sea fuerte y claro. Hay que tener en cuenta que la educación contribuye a la formación de las personas para el futuro. Para eso, se necesita ver de qué forma se puede enseñar para que los chicos se sorprendan, se preocupen y tomen conciencia.
Reuniones que realizan los días miércoles en su departamento junto a investigadores de Colombia que se conectan mediante Zoom
En este punto, Ana María Díaz tiene una amplia trayectoria en la docencia; es especialista en Socio Antropología y fue directora del Instituto de Formación Docente Nº 22. Ahora, con mucho entusiasmo, dirige un equipo de investigación integrado por docentes de Olavarría, del país y de Colombia. Todos los miércoles se reúnen en su departamento por computadora, vía Zoom, para intercambiar experiencias en materia de educación ambiental y buscar propuestas para enseñar de la mejor manera esta temática.
Su trabajo radica en transformar la educación a través de un aula activa y abierta al campo, a la naturaleza, en la que los chicos aprenden mirando a los animales, las plantas, el cielo y la tierra, con trabajos teóricos y prácticos. Esto lo hacen a través de la red "Colectivo Argentino", que hace investigación desde la escuela. En esta línea, también se suman maestros de México y Europa para intercambiar miradas sobre este tema.
Hay que destacar que el grupo toma como referencia el concepto de "Escuela Viva" en el territorio. Este término aborda el medio ambiente desde la perspectiva biofísica, política, económica, artística y cultural de forma integral.
Desde el punto de vista curricular, el equipo fomenta a que los chicos, en las escuelas, hagan monocultivos y pequeñas huertas de forma orgánica, sin glifosato, herbicidas y otros componentes que podrían dañar la naturaleza. Asimismo, proponen talleres de danzas, canciones y dibujos relacionados con el cuidado del medio ambiente, en algunos puntos del país ya se está experimentando.
Esta propuesta se apoya en una alianza interdisciplinaria e interinstitucional para fortalecer los programas curriculares y los procesos pedagógicos, con el objetivo de construir personas críticas dentro del contexto familiar y comunitario. Ellos estudian las prácticas de trabajo que se realizan en las escuelas.
* El Reconocimiento
Ana María Díaz, quien es la referente de este equipo de investigación, se mostró muy contenta al ver que su trabajo fue reconocido por el Honorable Concejo Deliberante. La iniciativa fue por parte de la concejal Thelma Cazot y fue acompañada por ediles de las distintas fuerzas políticas que integran la Comisión de Educación.
Diaz en representación del equipo recibe el reconocimiento por parte del HCD
Durante la reunión que se llevó a cabo en el salón del HCD el martes por la mañana, la investigadora agradeció a todo el equipo de trabajo, especialmente a Ramiro Perdomo, del área de Biología y Humanidades, así como a Carolina Echeverri, magíster en Educación. Allí, aprovechó para explicar en qué se basa este proyecto y cuáles son los objetivos, como crear conciencia y promover prácticas milenarias que avancen hacia una producción agroecológica y un consumo consciente, distinto al de las producciones que provienen de grandes extensiones con uso de plaguicidas y pesticidas.
"Es un honor poder estar recuperando las voces de todo nuestro equipo, en el cual muchos no nos han podido acompañar hoy. Sin embargo, quiero agradecer a Ramiro Perdomo y a Carolina Echeverri, quienes nos impulsan desde Colombia a mejorar el trabajo de las escuelas rurales en Olavarría, tomando sus experiencias", comentó la investigadora en diálogo con Diario Olavarría luego de la reunión.
Así mismo, resaltó lo importante que es el trabajo en territorialidad y tener un plan agroecológico, no solo para el medio ambiente, sino también para las futuras generaciones. En este punto, indicó que "es importante que los chicos aprendan sobre el ambiente a través del tacto, del juego y la música, tanto en los jardines como en las escuelas, y luego ir capacitando a los maestros en esta perspectiva".
En este sentido, detalló que "en Colombia hay mucha presencia de formación de maestros que están cerca de esos niños, que están al frente del aula; ellos son quienes dan ideas. Por eso, deben ser creativos y formadores; tienen que lograr que ese currículo pre-escrito se transforme en un currículo real en el propio terreno, en el lugar donde ellos están viviendo. Por eso, hablan de territorialidad", explicó la profesional.
Por su parte, Micaela Aqueveque, quien es docente y miembro del equipo, añadió que "hay que crear conciencia ambiental porque día a día se están viviendo muchos cambios climáticos y factores como inundaciones, sequías y otros aspectos que están afectando a la flora, la fauna y todo el ambiente en general", destacó.
En este aspecto, Díaz contó que "es importante tener una buena alimentación. En Colombia, tienen comedores escolares en los que enseñan a los chicos a producir sin agroquímicos. En nuestro caso, los alimentos llegan desde el Concejo Escolar, por lo que se puede ver que la alimentación de los niños de aquel país es muy distinta a la de Argentina. Por eso, hay que saber de dónde viene la comida, cómo se produce, qué va a pasar con el agua, la energía. Por eso, es importante crear conciencia en todos los niveles educativos. Es decir, tenemos que tomar conciencia del mundo en que vivimos, y eso es lo que apuntamos", concluyó la investigadora con la esperanza puesta de que este tipo de proyectos se puedan concretar para vivir en un mundo mejor.
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Fe de erratas: en la edición anterior el autor tituló a Ana María Díaz como Doctora en Antropología, cuando en realidad es especialista en Antropología.
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